jueves, 30 de abril de 2020

Diario de una cuarentena. Día 48

Hoy dos nuevos capítulos de "Ingeniería romana" han provocado que me ponga a escribir prácticamente a las doce de la noche. Pero es que es apasionante. Así que simplemente resumiré el día.
Lo que más me ha marcado todo el transcurso del día ha sido el cansancio, físico pero también algo mental. A los niños también los noto cansados. Ahora no están tan alterados como la semana pasada pero creo que sí más aburridos mentalmente. Esta semana se nos ha pasado a todos la novedad y el entusiasmo. Noto un bajón en el sentimiento que teníamos de familia, de disfrutar esta nueva rutina y creo que estamos cansados. Así que las novedades en cuanto a las salidas nos vendrán bien. Pero sigo teniendo miedo, más que al virus, a lo desconocido, a no saber cómo será la semana que viene y la siguiente y la otra.
Hoy no he salido con los niños. Hacía un día de esos feos, con viento, frío y lluvia pequeña. Hasta la hora de comer estuve esperando a ver si cambiaba pero creo que fue a peor. Así que se lo expliqué a los niños, que no estaba día de salir, que antes no salíamos con un tiempo así y que tener derecho a salir no era obligación. Lo entendieron perfectamente y después de comer simplemente se pusieron a jugar. Y a mí me vino fenomenal porque estaba tan cansada que ni siquiera recogí la cocina. Me fui al salón y me acosté dispuesta a dormir la siesta. Mis hijos me despertaron dos o tres veces a gritos y claro, no me lo tomé muy bien. Mi intención era reponer fuerzas y ya despejada, trabajar. Me levanté totalmente zumbada y enfadada, así que no arreglé mucho. Y viendo que intelectualmente no estaba ni para sumar 2+2 me puse a planchar y así al menos cambié las sábanas de la cama de mi hijo. Una de esas pequeñas tonterías que me hacen sentirme bien, como las ansias de limpieza. Y así superé el enfado pero no el cansancio y cierta apatía. 
Estoy algo inquieta por una cosa del trabajo que quiero hacer y en la que no avanzo. Supongo que mañana tampoco la acabaré pero teniendo en cuenta que es el último día de cole hasta el martes que viene, tendré que sacar tiempo estos cuatro días de fiesta. Aunque por algún motivo que desconozco, a mi hijo le van a poner deberes. Y se los envían mañana, como para asegurarse de que los hagan en vacaciones. O yo no entiendo nada o son las profes las que no entienden la situación. Habrá niños a los que les vengan bien esos días precisamente si tienen que completar alguna tarea que les haya quedado colgada, pero lo que es seguro es que a todos nos vendrán bien para lo que son las vacaciones, para descansar. Parece que incluso con lo que están haciendo, con esta situación tan rara, seguimos pensando que si los dejamos sin trabajar "se van a acostumbrar". Como si los niños no hubiesen demostrado bastante ya que se adaptan a todo y que responden mucho mejor de lo que pensamos. Así que sólo espero que sea asumible y sobre todo que sea algo entretenido. Por el bien de todos.
Una idea que me ronda estos días al escribir el título es cuándo acaba la cuarentena. Porque si ya salimos el día 2 a pasear ¿seguimos confinados? será hasta que salgamos siempre que queramos a donde queramos. Y yo que pensé que íbamos a estar 15 días...

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