jueves, 16 de abril de 2020

Diario de una cuarentena. Día 35

Hoy ha sido el día de las vídeo llamadas. Mis hijos han conectado con toda su clase y todos sus profes. Nos lo habían anunciado hace días y teníamos muchas dudas de cómo sería pero por fin el día ha llegado. Y de hecho ahora me siento como si fuera viernes y ya hubiésemos completado la semana con esto. Bueno, un día más.
A mí me parecía una locura eso de juntarlos a todos pero cuando fue la reunión de mi hijo cambié de opinión. Creo que fue buena idea. Los profes súper cariñosos, dándoles ánimos, diciendo que lo de las tareas era lo de menos, que lo importante era estar bien, que les preguntasen lo que quisiesen... me gustó especialmente un profe que les dijo que ellos también son héroes, superhéroes. No sé si están muy acostumbrados a que los profesores les hablen así y aunque todos demos por hecho que los niños están teniendo un papel importante en este confinamiento, me encantó que se lo dijesen. Y a todo esto yo lo oía todo detrás de la puerta, porque mi hijo me echó de la habitación en cuanto se conectó. La profe les dio la oportunidad de hablar uno a uno y que cada uno contase lo que quisiese. Mi hijo dijo "a mí la cuarentena me va bien, porque tengo privilegios, como ver la tele en el desayuno y empiezo el cole cuando yo quiero". Más claro imposible. Me sorprendió lo bien que hablaban los niños, parecían mayores. Yo he oído a algunos de sus compañeros antes y no hablan así, es como si delante de padres y madres se hiciesen más los niños y en el cole se centrasen. Fue gracioso oírlos contar su percepción de su día a día y gratificante, porque todos parecían estar bien.
Antes de que mi hijo terminase, empezó la vídeo llamada de la clase de mi hija y eso sí que fue el caos. Se iban conectando y se oían a la vez niños y padres, profes... y la profe no tenía la capacidad organizativa de la tutora de mi hijo, que les iba dando turnos y en ocasiones se perdía y no sabía ni quién le hablaba. Los tres años de diferencia entre mis hijos se notan mucho, como cuando vas a sus funciones del festival de Navidad.
A pesar de todo, creo que en los dos casos fue una buena experiencia para ellos. Ver a sus compañeros y sus profes y poder contar cómo se encuentran aunque fuese un ratito... Y a partir de ahora las siguientes vídeo llamadas serán en grupos más reducidos, así que imagino que irán mejor.
Cuando acabaron ya me tuve que poner con la comida porque además ayer me olvidé de preparar el primero. Media mañana perdida.
Con todo este lío a mi hijo no le dio tiempo a acabar lo que tenía para esta mañana, pero tampoco le insistí porque para él lo de la reunión también era cole.
Durante la comida comentamos lo que habían hablado, qué tal les había ido... y mi marido y yo hablamos de el rumor de que vuelvan al colegio a principios de junio. Yo dije que a mí, llegados a este punto, me parece un error, por el riesgo de contagio y también por el lío de acostumbrarlos de nuevo a la rutina de cole para unas pocas semanas. Lo mejor es que al decirlo, mi hijo contestó "¡ah, no, yo al cole voy un día, saludo y punto!". Espero que de aquí a septiembre se haga a la idea...
Y por la tarde me tocaba trabajar, porque del Ayuntamiento me pidieron que revisase un presupuesto y que esperaban que yo diese mi opinión para poner en marcha la obra. Así que cuando es para algo así, me gusta contestar rápido. Tuve que trasladar mi oficina del salón a la cocina porque los niños se pusieron a hacer la actividad de educación física de mi hijo, un juego de la oca de ejercicios. Me saltó una lucecita y le dije a mi hija que eso contaba como su clase de educación física del martes. Y se quedó toda feliz, porque estaba preocupada porque el martes nos habíamos saltado educación física. Me gusta que sea responsable siendo tan pequeñita, pero tanto... a veces es cuadriculada.
Y ahí estuvieron los dos saltando y bailando en el salón mientras yo revisaba precios en la cocina. En un momento dado mi hijo me llamó para que yo también bailase, cómo me tiene de calada...
Y cuando íbamos a merendar, avisan del equipo de fútbol de que se va a hacer vídeo llamada de grupo. Y ahí va mi hijo otra vez a conectarse. Creo que los del equipo son estupendos, desde el gerente que siempre está enviando retos y acertijos por WhatsApp para los niños, como los entrenadores. Conectan con los niños a otro nivel de cómo lo hacen los profesores y en más de una ocasión les han dicho a los niños que pueden contar con ellos para todo. Ahora mi hijo tiene que grabar un vídeo para un reto del equipo, haciendo que otro le pasa un balón, le da unos toques y lo pasa al siguiente compañero. Siempre les proponen cosas así.
En el lado negativo (por decirlo de alguna manera) le noto que esta semana está dejando tareas para la tarde y antes no lo hacía. Y una expresión oral que tiene que entregar mañana ni siquiera la ha empezado, cuando tuvo dos semanas para prepararla. Me molesta cuando no se esfuerza y como la exposición la prepara con mi marido, la verdad es que también me molesta que mi marido no le exija más. Lo académico no me importa, pero sí que cumpla obligaciones, objetivos y sobre todo, que quiera hacer las cosas bien.
Pero bueno, mañana aun hay un día entero para hacer lo correcto, no hay que tirar la toalla. Además es viernes y para bien o para mal, todo acaba el viernes. Para mí es el mejor día de la semana, aunque yo lo acabe arrastrada.

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